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  • “Arrullos de infancia y juegos rítmicos de latinoamérica”  (Chile)

    “Arrullos de infancia y juegos rítmicos de latinoamérica” (Chile)

    “Hemiola Músicas” y el “Taller de Batería y Percusión Latinoamérica” realizaron juntos una serie de encuentros en formato de taller online, a través de la Plataforma Zoom. En total fueron diez encuentros comprendidos entre los meses de abril de 2021 y  marzo de 2022 en torno a canciones de cuna, versos y ritmos de la tradición oral. El taller invitó a los participantes a vivenciar una selección especial de canciones y versos en claves de ritmos latinoamericanos, destinadas a ser recibidas a modo de “arrullo” de infancia, donde el trenzado del canto, la melodía y el ritmo propio de cada canción se convirtieron en cobijo, autocuidado y seguridad tanto para sus destinatarios, los niños, como para sus intérpretes. En los diferentes encuentros se estudiaron y compartieron canciones a partir de dinámicas lúdicas y creativas donde el juego fue el eje y la metodología esencial del aprendizaje a partir del disfrute. 

     

    “Los niños encarnan la esperanza del planeta, su mirada y su inocencia deben cuidarse y cobijarse desde el primer latido, para que con ese calor, las decisiones de nuestros adultos vayan siempre en lo colectivo y lo humano. Vemos cómo los niños cada vez están más distantes de sus padres y sus raíces, en medio de procesos globalizado. Desde esa mirada a lo real y el trabajo que venimos haciendo tanto juntos como cada uno en sus procesos, vimos cómo las comunidades campesinas latinoamericanas siguen arrullando a sus niños con canciones y ritmos que hacen parte de nuestra herencia viva que está en los campos, las costas y los montes de nuestra tierra, escondida y muchas veces ignorada. Surge así la necesidad de investigar con respeto y compartir no sólo la música o el ritmo, compartir la esencia, el alma y la evolución de estas dinámicas humanas”.

     

    Durante los talleres se realizaron ejercicios prácticos, con bases en la antroposofía a cargo de la musicóloga y pedagoga waldorf chilena Carolina Chacana, directora de Hemiola Músicas. Las dinámicas de coordinación rítmica y escucha propia (juegos rítmicos) de percusión corporal fueron propuestas por el músico y percusionista chileno Juan Carlos Ochoa, director del Taller de Batería y Percusión Latinoamericana. De esta forma se asimilaron los géneros rítmicos de las canciones propuestas llevándolos a instrumentos disponibles en casa como cucharas, ollas, sartenes, llaves, etc.

     

    Carolina Chacana es Licenciada en Estética por la Universidad Católica de Chile con estudios de musicología y dirección coral en la misma Universidad y diplomada en el programa “Estudios en música popular” de la Universidad Alberto Hurtado que dirige el musicólogo Juan Pablo González. Se desempeña como investigadora de la música y su vínculo con la tradición oral. A la vez es pedagoga waldorf y profesora de música desde la visión de la antroposofía. Es creadora de la Plataforma Hemiola Músicas, desde donde gestiona y organiza diversas actividades de fomento a la Música Latinoamericana tanto en Chile como en el extranjero. Ha tomado diversos talleres de danza, canto, ritmos latinoamericanos y percusiones del mundo con destacados músicos de Iberoamérica. Cuenta con Estudios de antroposofía (Seminario pedagógico en Arché) y ha ejercido como Maestra de Música y Maestra Waldorf en Escuelas en Chile. Ha estudiado “Arte de la Palabra” junto a Carolina Caroca y Tamara Chuvarovsk. Es parte de la Formación en “Pedagogía de Emergencia” junto al alemán Bernd Ruf y de la formación en “Canto Werbeck” junto a la maestra suiza Regula Berger en Madrid, España. En octubre del 2020 inició estudios en “Danza Movimiento y Terapia” en la Escuela de Psicología en la Universidad Autónoma de Barcelona. Actualmente es educadora en el Espacio de Juego Waldorf, Arrel en el Garraf, Catalunya

     

    “El juego es parte fundamental en la integración en personas con diferencias de edad y conocimiento rítmico, teniendo en cuenta que este taller se realizó en modalidad virtual, hacer sentir esa complicidad era una tarea necesaria, sentirnos cerquita, a pesar de que no estábamos ni siquiera en el mismo país; para esto tomé los ritmos desde la percusión originaria y les traté de dar un carácter más orgánico llevándolos a lo corporal, a nuestro cuerpo y nuestra voz, que son nuestro primer instrumento. Por medio de claves sencillas jugamos a la pregunta y respuesta entre las personas, siempre con una sonrisa y entendiendo que el error es humano y que de él aprendemos, tanto en la música como en el día a día. Esto y la descripción histórica del ritmo genera un ambiente de cercanía y confianza que resultan fundamentales para aprender cualquier cosa en la vida”.

     

    Juan Carlos Ochoa es músico y antropólogo Colombiano con estudios formales en la Academia Superior de Artes de Bogotá, la Universidad Javeriana de Colombia y The Collective de Nueva York. También ha tomado clases de música de la India en Nueva Delhi, y de percusión tradicional Colombiana con diferentes maestros a lo largo de su país. Ha tocado con diversos artistas de la escena de la música popular en giras, presentaciones internacionales y grabaciones de discos. Entre sus trabajos de investigación destaca el libro sobre ritmos colombianos aplicados a la batería. Desde el 2015, hasta la actualidad, dirige un espacio educativo llamado Taller de Batería y Percusión Latinoamericana, que busca formar personas con sentido musical y pertenencia. Ha realizado diversos talleres presenciales en espacios educativos de Santiago de Chile donde reside actualmente. Asimismo es invitado como profesor a realizar talleres online y entrevistas en instituciones de música popular de Colombia y Argentina. 

     

    “Entendemos (y personalmente me encanta que así sea), que muchas de las personas con las que compartimos este ciclo, no son músicos. Yo siento que todos lo somos en esencia. Como muchos de los participantes de nuestros talleres no tenían instrumentos en la casa, respaldamos el trabajo desde la percusión corporal y la voz. Mostramos como una mesa, una olla o un par de cucharas también son instrumentos musicales, de hecho y esto respaldado en el marco histórico, nos damos cuenta de que muchos de estos ritmos fueron en su mayoría pensados desde ahí, desde la cotidianeidad, así que siento que no hicimos más que un ejercicio de ver nuestra raíz de una manera consciente y basada en las experiencias que viví investigando todos estos ritmos desde el campo”.

     

    Hemiola Músicas se  sirvió de las cualidades de las palabras “Arte de la Palabra” y sus niveles de registro a través de la ejecución hablada de versos especialmente seleccionados para cada encuentro. La voz hablada como soporte, ayudó a dar una buena base para encontrar la musicalidad propia de la voz cantada a través del estudio melódico de las Canciones/Arrullo. Cada Canción fue acompañada de un relato Antropológico Musical, que dio cuenta de su contexto, origen, historia y significación humana para la comunidad que la acunó.

     

    Agradecemos muchísimo la libertad creativa que nos entregó el Programa Ibermúsicas  para poder hacer y pensar un taller con un respaldo académico importante pero también con la libertad que ofrecen los ritmos originarios, dándoles una mirada humana e inclusiva. Sentimos que espacios como éste son un oasis en medio de la realidad educativa de nuestra región.

     

  • Desierto y Agua

    Desierto y Agua

    Formação para músicos. Parte 1

     

    Formação para músicos. Parte 2

  • Afrodisíaco (Panamá)

    Afrodisíaco (Panamá)

    Afrodisíaco de Panamá,  integrado por Tatiana Ríos y Miroslava Herrera, realizó junto a Comprovisation Project de Chile un intercambio musical y cultural que dio como resultado dos nuevas versiones de “Deja la vida volar” de Víctor Jara y “Desapariciones” de Rubén Blades .

    Allá por el 2014, las amigas de la infancia Tatiana Ríos y Miroslava Herrera se juntaron para hablar de música. Compartieron sus inquietudes en cuanto a la afro panameñidad y fue entonces cuando se les ocurrió tomar los cantos tradicionales de tambor y voz de Panamá, llamados tamboritos, y fusionarlos con elementos contemporáneos. Se propusieron la misión de destacar los valores de la cultura afropanameña: comunidad, diversidad y osadía. Su lema es “Sin raíz no hay país”.

    Idearon un plan para demostrar la potencia de los tambores de origen africano de Panamá. Escribieron la canción “Viene de Panamá” y la inscribieron en el Festival Internacional de la Canción de Viña del Mar. Concursaron en 2016 y ganaron el premio a la mejor canción folclórica. Esta experiencia las impulsó para grabar un álbum que incluyera a “Viene de Panamá” dentro de un recorrido por el tiempo y el espacio que mostrara la experiencia negra en Panamá. Con la fórmula de actualizar los cantos antiguos y transformarlos en un mensaje actual, compusieron nueve temas adicionales y fueron nominadas a los Grammys Latinos en la categoría de mejor álbum folclórico en 2018. Realizaron presentaciones en Marruecos, España, México y Estados Unidos.

    Segunda noche de celebación del Verano del Canal 2017. Participaron el grupo Los Beachers y la puesta en escena del musical La Historia nos Conecta, obra compuesta para la inauguración de las nuevas esclusas del Canal de Panamá el 26 de junio de 2016.

     

    Afrodisíaco trabaja con ritmos afropanameños tales como el atravesao, el bullerengue, el congo, el norte, la ciénaga, entre otros. Estos ritmos guardan relación con la diáspora africana en el istmo. Narran en sus letras la experiencia de la asimilación, la vida y la muerte y la construcción de una identidad nacional. Las composiciones de Afrodisíaco emplean la mejorana (pequeña guitarra de cinco cuerdas), el violín y los tambores de cuña panameños. Los ritmos afro nacen a partir de claves de comunicación que los esclavizados desarrollaron para comunicarse y vencer las barreras lingüísticas entre ellos:  los secuestrados de África provenían de orígenes muy diversos y las claves de ritmo fueron las primeras maneras de establecer las alianzas para sobrevivir como grupo. Afrodisíaco sostiene la tesis de que los ritmos afro  conforman la base de todos los ritmos del nuevo mundo: es evidente la maternidad africana en la salsa, el merengue, el reggaeton, el tango, el rock, el jazz.

    Justo antes de la pandemia, Afrodisíaco había proyectado viajar a Chile a un encuentro con Comprovisation Project (Escuela Moderna), pero tuvieron que adaptar el proyecto y hacer viajar a las canciones. Con la colaboración de FolkLab Studio se decidió que se harían dos canciones: una panameña chilenizada y una chilena panameñizada. Trabajadas a distancia, las dos canciones estuvieron listas a principios del 2021. “Desaparecidas”, la canción panameña adaptada por Comprovisation Project es una versión de “Desapariciones” de Rubén Blades  que habla acerca de la violencia machista y honra a las víctimas de Panamá y Chile. La segunda canción es “Deja la vida volar” de Víctor Jara. La misma fue adaptada por Afrodisíaco a la sonoridad del ritmo atravesao característico de la región central del istmo.

    El piano magistral de Luciana García fue la base de la creación de la nueva versión. Ella es una talentosa pianista egresada de la Escuela Moderna de Chile. Orión Morales, educador musical, guió el proceso colaborativo. Eric Blanquicet entrega en la percusión un ritmo atravesao muy sensual marcando el bajo hondo de Ariel “Chombin” Turner. Para aportar a ese sabor panameño, el proyecto invitó a la violinista Chelín Núñez a sumar su interpretación. El ingeniero de sonido Vicente Ríos dio los toques mágicos en la mezcla. El lanzamiento de “Deja la vida volar” está acompañado de un producto audiovisual realizado por Luís Cantillo. La gráfica que representa esta versión de “Deja la Vida Volar” fue creada por la artista Jennifer Morales.

    Fue un trabajo de tres meses con reuniones virtuales entre los músicos, llamadas telefónicas y horas de grabación en estudio en ambos países. Fue una experiencia gratificante por lograr apegarnos a la agenda de trabajo y ver resultados consensuados. Fue muy gracioso ir superando las diferencias culturales entre Panamá y Chile y descubrir en el proceso de creación, los puntos de encuentro entre Panamá y Chile.

    Ibermúsicas ha representado para Afrodisíaco la oportunidad de interactuar con audiencias a las que no teníamos acceso y de crear piezas musicales y documentales. La primera vez que obtuvimos un fondo, lo invertimos en llegar a los F.A.R.O.S. de cultura de la Ciudad de México y fue un experiencia enriquecedora que superó nuestras expectativas. En el año 2019, apenas un par de meses antes de la pandemia de la covid19, obtuvimos nuevamente el fondo de movilización y adaptamos el plan de visitar Chile por un encuentro virtual muy fructífero que resultó en un dos canciones poderosísimas, un documental y lazos muy fuertes con jóvenes artistas chilenos. Este impulso de recursos y fe nos dio chance para madurar como artistas y exigirnos siempre el mejor esfuerzo.