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  • Paíto y los Gaiteros de Punta Brava (Colombia)

    Paíto y los Gaiteros de Punta Brava (Colombia)

    Sixto Silgado, Paíto

    Sixto Silgado nació en Colombia en 1939. Desde niño aprendió el arte de la música de gaita de manos de su padre, Román Silgado, de quien heredó gran parte de su inédito repertorio y el estilo de las tierras bajas vecinas de la zona norte de los Montes de María, pobladas en su mayoría por descendientes de esclavos africanos. El estilo de Paíto es herencia de estas tradiciones y hoy él es uno de los últimos exponentes de la música de “gaita negra”. Viaja junto a sus hijos con el grupo Gaiteros de Punta Brava manteniendo vivo el tesoro de la música tradicional a la que se dedican.

    Agricultor, carpintero y músico, Paíto es uno de los pocos artistas tradicionales que abren su mente a nuevas tendencias musicales. Los Gaiteros de Punta Brava combinan los ritmos propios de la gaita, como el merengue y el porro, con el vallenato, el vals, el currulao y en ocasiones sonidos del rock and roll.

    El grupo original se formó en 1969 en Cartagena, Colombia, con la unión de Sixto Silgado y el tambolero Encarnación Tovar.

    La Gaita Negra

    La gaita colombiana es un aerófono de soplo típicamente colombiano, de su costa caribe y de origen indígena. Se usan de a pares ejecutadas cada una por un instrumentista distinto: la gaita hembra, que tiene 5 orificios y lleva la línea melódica y la gaita macho que sólo tiene un hueco o dos y se toca junto a la maraca siendo su función la de hacer un acompañamiento que va duplicando algunas notas de la melodía.

    La gaita negra se utiliza en diferentes ritmos musicales englobados en la denominación “música de gaita”: gaita instrumental, porro, cumbia, merengue y puya, entre otros.

    Se le atribuye su característica sonora a los materiales con los que está hecha: corazón de cactus, con el que se hace la flauta, cera de abeja montuna y carbón vegetal para la cabeza, y pluma de pato para la boquilla. Su estructura cónica hace que la presión del aire produzca, además, un sonido único de este instrumento. Se le llama gaita por la similitud de su sonido con el de las gaitas de pico de España.

    Las gaitas son de unos 70 a 80 centímetros de largo, longitud definida tradicionalmente por la longitud del brazo del artesano constructor. Luego los orificios se hacen con una distancia entre ellos medida por el ancho de los dos dedos más la mitad del ancho del pulgar. Se hacen de un cactus (selenicereus grandiflorus) al que se le quitan las espinas y se le saca el centro, humedeciéndolo primero y luego perforándolo con una varilla de hierro. El tallo del cactus es más grueso en uno de sus extremos, este irá arriba acoplado con la cabeza de cera de abejas que lleva la pieza de pluma de ave. Aunque el instrumento es levemente cónico por fuera, su perforación es cilíndrica. La cabeza del instrumento, se hace de cera de abejas con polvo de carbón para evitar que la cera se derrita con la temperatura alta, lo que también le da a la cabeza su característico color negro.

    Gira por tres ciudades del sur

    Con el apoyo de Ibermúsicas Paíto y los Gaiteros de Punta Brava realizaron una gira por tres ciudades del Cono Sur: Lima, Buenos Aires y Santiago de Chile. No sólo realizaron conciertos en vivo sino también clases magistrales. La motivación para realizar esta gira fue la de dar a conocer a la comunidad musical del sur del continente la música desarrollada en la región Caribe colombiana a través de la obra y la presencia de Sixto Silgado Paíto y sus hijos.

    Mediante esta gira la agrupación logró fortalecer los canales de circulación para músicos tradicionales en los países visitados, fomentar los procesos de formación en torno a la música colombiana en países de Latinoamérica, generar espacios de discusión y diálogo en torno al conocimiento de la música tradicional campesina y fortalecer el proyecto musical para las nuevas  generaciones.

    “El trabajo con Ibermusicas ha representado una importante oportunidad de promover la música colombiana en los países de Iberoamérica, en especial las músicas de raíz de carácter campesino como la que presentamos con Paíto y los Gaiteros de Punta Brava, esta visita permitirá nuevos canales de circulación para la música colombiana en la cual podremos fortalecer la amplia gama de manifestaciones musicales que tenemos en Colombia.”

  • David Gómez Cano (Colombia)

    David Gómez Cano (Colombia)

    Entre Agosto y Diciembre de 2015 en Córdoba, Argentina  el joven compositor colombiano realizó su residencia artística particular con con el maestro José Halac, magister de la Universidad Nacional de Córdoba. Además de las asesorías semanales con el maestro, realizó una exposición de su para la cátedra de composición en la Universidad Nacional de Córdoba y una constante investigación técnico-práctica en materias de música por computador y ritmos afrocolombianos.

    El objetivo principal de su residencia fue escribir música para cuerdas frotadas y medios electrónicos, haciendo uso de algunos elementos representativos de las músicas de los pueblos iberoamericanos.

    El resultado final fue la composición de cuatro obras:

    • “Transmisión acústica de un mensaje púrpura”. Pieza para viola sola con utilización de elementos representativos del folclore colombiano abstrayendo los ritmos de tambora de la cumbia y el fandango, contextualizándolos en la estética planteada por la obra.
    • “Preguntas microcósmicas con respuestas folcloelectrónicas”. Composición para pista y viola (medios electrónicos e instrumento). En esta pieza se destaca un fuerte contraste entre secciones generando así un juego de entramados rítmicos a macro escala que es hilado por el procesamiento electrónico del patrón base del ritmo de son corrido colombiano. Todo ello llevado a los niveles de abstracción que corresponden a la estética que propone la pieza en sí misma.
    • “Ideas variables para un músico que viaja” donde la improvisación (fundamental en las músicas folclóricas) es decisiva; pero no bajo unos patrones estrictos sino con unas ideas de libre interpretación que son expuestas en el escrito que configura la guía de la pieza.
    • “Vibración cósmica / realidad paralela”. Obra para orquesta de cuerdas frotadas con un uso constante de ritmos del interior colombiano y del son corrido colombiano. El juego tímbrico y rítmico que se genera en la pieza expone una realidad paralela a la del público que aprecia la obra cuando ésta se interpreta.